Al mundo paz, nacio Jesùs

¡Al mundo paz, nació Jesús! Nació ya nuestro Rey; El corazón ya tiene luz, y paz su santa grey, y paz su santa grey, Y paz, y paz su santa grey.

¡Al mundo paz, el Salvador en tierra reinará! Ya es feliz el pecador, Jesús perdón le da, Jesús perdón le da, Jesús, Jesús perdón le da.

Al mundo él gobernará con gracia y con poder; A las naciones mostrará Su amor y su poder, su amor y su poder, Su amor, su amor y su poder.

En el Monte Calvario

En el monte Calvario se vio una cruz, Emblema de afrenta y dolor,
Y yo quiero esa cruz do murió mi Jesús
Por salvar al más vil pecador.

CORO
¡Oh! yo siempre amaré esa cruz, En sus triunfos mi gloria será; Y algún día en vez de una cruz, Mi corona Jesús me dará.

Aunque el mundo desprecie la cruz de Jesús, para mí tiene suma atracción,
Porque en ella llevó el Cordero de Dios, mi pecado y mi condenación.

En la cruz do su sangre Jesús derramó, Hermosura contemplo en visión, Pues en ella el Cordero inmolado murió, para darme pureza y perdón.

        Yo seré siempre fiel a la cruz de Jesús, sus desprecios con él sufriré; Y algún día feliz con los santos en luz, para siempre su gloria tendré.

En la Cruz. en la cruz

Herido, triste, a Jesús, mostrele mi dolor; Perdido, errante, vi su luz, bendíjome en su amor.

CORO
En la cruz, en la cruz, do primero vi la luz, Y las manchas de mi alma yo lavé; Fue allí por fe do vi a Jesús, y siempre feliz con él seré.

Sobre una cruz mi buen Jesús su sangre derramó, por este pobre pecador, a quien así salvó.

Venció a la muerte con poder y el Padre le exaltó; confiar en él es mi placer.  Morir no temo yo.

Aunque él se fue conmigo está el gran Consolador; por él entrada tengo ya al reino del Señor.

Vivir en Cristo me da paz; con él habitaré; Ya suyo soy, y de hoy en más a nadie temeré.

  Yo sólo espero ese día

Yo sólo espero ese día cuando Cristo volverá, Yo sólo espero ese día cuando Cristo volverá. Afán y todo trabajo para mí terminarán, Cuando Cristo venga, a su reino me llevará. Cuando Cristo venga, a su reino me llevará.

Ya no me importa que el mundo me desprecie por doquier, Ya no soy más de este mundo, soy del reino celestial. Yo sólo espero ese día cuando me levantaré De la tumba fría con un cuerpo ya inmortal.  De la tumba fría con un cuerpo ya inmortal.

Entonces allí triunfante y victorioso estaré, A mi Señor Jesucristo cara a cara le veré. Allí no habrá más tristezas, ni trabajos para mí, Con los redimidos al Cordero alabaré.Con los redimidos al Cordero alabaré.

 

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